Me llaman tus ojos como lo hace tu boca.
Y dime, dime por favor a donde voy, para no irme,
para quedarme aquí y olvidar que mi alma una vez fue roca
y que ahora, por ti ya no vuelve a ser seca e insensible.
Prométeme que la mayor distancia entre nosotros será
la suma de nuestros brazos, dímelo
dime que no soltarás mi mano y que nada volverá
porque nunca tuvimos algo mejor que esto.
Tengo miedo a meter la pata
a no ser tan valiente como debería,
a pensar que tengo algo que me ata,
a perderte por pura cobardía...
Salto al vacío, me lanzo y me la juego
esto es el extremo, o tú o nada,
me importas tú, no mi ego.
Dime, dime que hago a parte de quererte.
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