Se ha acabado la pila
de mi reloj de muñeca,
se ha agotado el tiempo,
para contar y para perder.
Perder, se ha perdido todo.
He buscado mundos entallados,
personas a medida
y caminos de línea recta,
pisadas fáciles, a quién voy a engañar.
Engañar, me he engañado yo.
Tengo un corazón ahogado
que destiñe tinta negra
y unos versos mudos con ganas de gritar.
Gritar, se ha gritado el presente en participio.
Espero de rodillas un auxilio.
La dependencia no se trata con la soledad
y a mi me toca hacer de Celestina.
Celestina, la que nos faltó a ti y a mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario