Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.

lunes, 13 de enero de 2014

Shh...

Anoche me acosté con el silencio.
Dicen que es incómodo tratar con él, que te pone nervioso y es un inoportuno, que habla mucho y no dice nada, que no se explica y parece que nunca se calla.

Yo creo que están equivocados, yo le escuché, le miré a la cara y le comprendí al instante. Me dejó sin palabras en la boca y cientos en la mente. Él nunca se siente indiferente, baraja opciones, te marea en ocasiones... Me sabe escuchar en todo momento y me aclara lo que siento. Pero lo mejor de todo, es que puedes cerrar los ojos y seguir viéndole. Y que bien se explica cuando no le ves, que vocabulario, que profundo.

Para mi el silencio es un poeta, escribe sus versos en tu memoria y te los repite cuando más necesitas una aclaratoria.

No hay mejor manera de conocerse, que estudiar las rimas del silencio.
Que pena que muchos solo oigan el bullicio...




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