Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.

sábado, 29 de noviembre de 2014

Peleo mientras duermo

Me he levantado y la sábana estaba en el suelo. La he recogido y la he sentido más suave y fina que nunca, no he podido resistirme, y he vuelto a cubrirme con ella, como si no tuviera prisa por madrugar. Me he quedado dormida, me ha atrapado el sueño y otra vez he vuelto a sentirlo. He vuelto a sentir como los minutos de sueño pueden ser torturas mentales que despellejan cada pensamiento profundo y lo lanzan ya herido contra ti, como si de una pared de frontón se tratase. He vuelto a sentir como con los ojos cerrados todo lo demás se abre, y no son las opiniones de los demás las que importan, si no si tus actos funcionaron acorde a tus ideas, a tus pretensiones. He vuelto a sentir las sábanas tan pesadas que no podía moverme, he vuelto a sentir como mi cabeza daba vueltas cuando aún seguía inmóvil en la almohada. He vuelto a sentir como el lugar más cómodo de la casa puede ser también el más incómodo, porque no hay nada más incomodo que una batalla librándose en tu cabeza.


sábado, 8 de noviembre de 2014

Escalofríame


Escalofríame a base de alegrías
escala la soga de mi cuerpo 
y desata el nudo de mi garganta.

Asincérate con mis ojos
y mírales fuerte tus verdades.
Pestañea las mismas veces que me quieras.

Haz de tu sonrisa una trilogía
la primera "Tus labios", 
la segunda "Mi mirada",
y la última "Nuestro beso".


sábado, 1 de noviembre de 2014

Buscando la pérdida

Quiero dejar de pensarte,
como hace la lluvia cuando cesa,
cae la última lágrima del cielo, y para,
de repente, sin motivos ni explicaciones.

Quiero olvidarte,
como quien olvida la hora
al acabar de mirar el reloj
y no la recuerda hasta volver a mirarlo.

Quiero dejar de imaginarme
entre las letras de los poemas,
de imaginarme
a mí,
a tí,
a nosotros.

Quiero dejar de leerte entre líneas
y empezar a cerrar las tapas
que cubren tus hojas envenenadas.

Quiero difuminarte en el infinito,
ser miope para no verte si te distancias
para emborronar el pasado
para emborronarte a ti.

Es tan difícil perderte queriendo
como lo es olvidar
sumar números de una cifra.

Nunca lo imaginé,
los mismos labios que te besaron entonces
son los que ansían gritar un adiós ahora.
Y son los tuyos rotos, sinceros,
los que acallan los mios sin rozarlos.

Quiero menospreciarte,
restarte perfecciones
sumarte errores
hacerte el perfecto imperfecto lleno de errores.

Quiero acabarte,
pero a veces recuerdo en besos
lo mejor que nos pasó,
a mí,
a ti,
a nosotros.