Nadie me habló de ellos
pero los he visto,
he visto sus gusanos y culebras
he visto sus lombrices y atragantos
he visto a sus ojos esconderse de la vergüenza
los he visto a punto de nadar
e incluso he visto a su mirada
tropezar con la mía y caerse.
Y ahora puedo decirlo
aunque nadie me hablase de ellos
yo conozco a esos gusanos y culebras
conozco esas lombrices y atragantos
y con el tiempo parecen ocultarse
y con el tiempo una hasta se acostumbra
pero es difícil tenerlos siempre cerca
pero es difícil alejarse de ellos ahora.
 Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.
Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario