Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.

viernes, 6 de junio de 2014

Le papillon

Ya lleva tres veces sonando la misma canción, qué decir, qué sonar que no haya sonado ya. Las mariposas no se cansan de batir sus alas por mucho viento que sople, es un movimiento natural. Si alguna vez se cansa él de amarle a ella, entonces todo fue irreal. Lo natural, no cansa, fluye y sigue avanzando como si nunca empezó con más fuerzas de las que mantiene ahora.
Pero la mariposa no vuela sin espacio, y no es bella si no hay nadie que pueda valorarlo.


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