Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Tu tulipán.

Arráncame como a uno de esos tallos verdes, plántame en otro tiesto, riégame, y sobretodo, no te olvides de que me de el sol, de dejarme ver la luz. Déjame crecer, observa como lo hago. Susúrrame al oído y dime cosas bonitas.

Cuando mis hojas se marchiten, mi tallo parezca no sostenerse y mis pétalos pierdan su color... no te preocupes, simplemente hazme compañía y pronto volverán a su cauce.

Cuando llegue la primavera y mis flores florezcan, no te olvides de que fuiste tú quien me plantó, quien me regó, quien se preocupó de que me diera el sol, quien me dejó crecer, quien me dijo cosas bonitas, y sobretodo, quien estuvo allí cuando todo parecía llegar a su fin. Un fin, que ahora no es más que un nuevo comienzo.






1 comentario:

  1. El problema es que se olviden, el problema es que se olvide unx mismx de lo que hicieron por unx

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