Las palabras más importantes no se gritan, se susurran al oído.

miércoles, 19 de agosto de 2015

¿Y si fuera así?

Pero ¿cómo voy a hacerme la fuerte diciendo que no te pienso?
¿callármelo sería ser fuerte?
¿cómo voy a mentirte desde lejos?,
¿cómo voy a mentirme tan cerca?
Te lo digo: te pienso.
Y si resulta que en algún momento te llega este aliento desganado
y lo recibes en tus manos, y no te pesa
y lo sostienes con ligereza,
no lo dudes, en ese momento también te estaré pensando.
Por favor, no lo dudes, no lo dudes más y contesta,
envíame un latido bonito de vuelta. 

Porque no sabes cuanto me intriga:
¿qué es eso que pasa por tu cabeza cuando yo te pienso?
¿qué haces tú cuando estoy tan ocupada pensándote?
¿te invade algún silencio que sin querer te recuerda a mi?
¿malgastas alguna vez tus suspiros queriendo hacérmelos llegar?
No, creo que no...

Pero, ¿y sí fuera así?
¿seguirías tú en ese maldito lado y yo en este rincón desdichado
o acabaríamos perdiendo el tiempo para buscarlo juntos?